Escucha el audio y descarga el mp3 aqui:


RESUMEN

Una vez publiqué en Facebook esta frase:

“Estar enamorad@ no te autoriza a decir que amas”

Hace poco esa frase volvió a mí, a través de una cliente. Pero esta vez llegó en forma de pregunta. Primero me hizo recordar la frase y luego me preguntó: Arístides, ¿por qué dices eso?

Su expresión era una mezcla de asombro y curiosidad. Y así fue que me di cuenta que, para ella, no había una gran diferencia entre las dos cosas y que, de alguna manera, enamorarse era más o menos lo mismo que el amor.

Yo le comenté mi punto de vista e hice unas notas que son las que comparto contigo en este vídeo.

En esencia, según mi punto de vista, enamorarse es un proceso hormonal, inconsciente y egoísta. En cambio amar, es una elección consciente, desinteresada y altruísta.

En realidad hay un camino que recorrer entre que te enamoras y que llegas a amar a alguien realmente. Toma nota…

Hasta la próxima 😉


Frases claves
Haz click para compartir este artículo

TRANSCRIPCIÓN

Hoy, una clienta me hizo una pregunta que me dejó sorprendido y tiene que ver esta pregunta con estas cositas, estos dibujitos que yo pongo en Facebook. Estas imágenes con texto, con mensajes de inspiración para que tú te animes o por lo menos reflexiones en algunas cosas; que te des cuenta de algo. ¡Vamos! para compartir un poco ¿no?

Lo hago regularmente y bueno, tenía que ver en particular con un mensaje que decía algo más o menos como esto: “Estar enamorada no te da derecho a decir que amas”. Y la pregunta de ella, justamente era: “Arístides ¿Cómo tú vas a decir eso? ¿De dónde viene esa idea, que me parece que es una idea medio alocada?”

Bueno, yo soy Arístides Molina y hoy te quiero hablar un poquito de esa diferencia que yo he percibido, entre estar enamorado o enamorada y realmente amar.

Y no quiero irme del contexto, quiero hacerte el caso tal cual. Aquí tengo algunas notas que tomé cuando estaba hablando con ella y me quiero referir a ello, porque realmente allí está todo y no creo que necesite salirme de esto, para poder explicarte lo más esencial.

Lo primero que te quiero decir es que, tiene que ver esta diferencia, con lo que te gusta de la otra persona. Esa es la primera diferencia.

Cuando estás enamorada o enamorado, lo que más te gusta de la otra persona es la imagen mental que tú tienes ¿Qué quiero decir con esto? Conque a lo mejor hay una cosa por acá, otra por allá, que tú puedes haber percibido objetivamente y que te gusta. Pero lo demás que te gusta, lo has construido tú, lo has inferido tú y te has llenado de expectativas. Porque el príncipe o la princesa son así, así, así… cómo tú lo vas dibujando en tu mente, partiendo de la base de lo que tú necesitas, de tus expectativas.

Pero cuando realmente lo que sientes es amor, ya pasaste esa barrera de enamorarte de alguien que tú inventaste, de una expectativa que tú has creado, de una gente que tú construiste con tu mente. Y empiezas, en ese momento, a amar a esa persona real, a la persona que realmente tienes delante, que ya la conoces cómo es. Y esa es una diferencia fundamental.

Otra diferencia importante (y vengo acá para mi chuleta) es que generalmente cuando estás enamorada o enamorado, te gusta recibir. Te gusta recibir y cuando sientes amor, te gusta dar.

Y funciona muy simpático, porque cuando estás enamorada, tú empiezas a dar, a dar y a dar y te preguntarás: “Oye, y ¿Por qué me dice Arístides, que me gusta recibir?”

Y te lo digo por una razón muy sencilla, tú estás colmando a la otra persona y secretamente, sí estás enamorada solamente, estás esperando una reciprocidad, una vuelta. Estás esperando que el espejo de tu pareja, te devuelva lo que tú has entregado y si es posible, aumentado. Una realidad aumentada (risas). Eso no es consciente, créeme, muchas veces no es consciente. Sí estás enamorada, no es consciente.

Pero, cuando pasas a la fase del amor, ya tú no vinculas lo que tú entregas, con lo que vas a recibir. Si no que hay una distancia muy grande entre lo que hacías antes. Ahora cuando entregas, el placer de la entrega misma, es tan grande, tan auténtica, tan sincero, que estás recibiendo también toda esa energía. Toda esa alegría que ves en el rostro de tu pareja, todo ese beneficio, toda esa tranquilidad que le traes, todo lo que le puedas regalar, te colma completamente y realmente, no estás esperando ninguna otra cosa a cambio.

Y seguimos con otra idea. Fíjate, cuando estás enamorada, ves a tu pareja desde afuera; o sea, es otra persona y cada vez que vas hablar con ella, que tienes un mal entendido o algo así, hablas con ella como alguien de afuera, como alguien externo. Hay una barrera, hay una distancia. Porque ¡Claro! Se te rompen las expectativas, esa ilusión que tenías de que la persona era como tú pensabas que era. Y ahí viene un choque y enseguida te das cuenta: “No… yo… es diferente… ¿Cómo es esto? ¡No es posible!” Y tratas la relación desde afuera, ves a la persona desde afuera, como que no termina de integrarse a ti ¿Cómo es posible? ¿No?

Sin embargo, cuando ya estás en la fase del amor, tú aprendes a ser muy empático, muy empática, empiezas a ver a la persona desde adentro; desde como ella siente, desde cómo ve el mundo, desde qué le maravilla, qué le afecta, qué le hace dulce, qué le hace daño, que la pone triste, que la contenta. No estás pensando en ti solamente, estás mirando desde adentro, cómo tus acciones, tus pensamientos, tus palabras, van a impactar a esa persona realmente. Porque has creado la empatía propia del amor.

Y te voy a dejar con el último, que es que cuando estás enamorado o enamorada, simplemente toleras las diferencias. Las diferencias ¡Huy! No te gustan y como que las pasas por alto o te haces la vista gorda o sencillamente dices: “Bueno, no voy a discutir por eso, pero no lo soporto”. Y es una cosa, que más bien lo que evitas confrontar, pero la música va por dentro; o sea, las cosas realmente te fastidian y te incomodan y no logras congeniar bien con esas cosas.

Y cuando estás en la fase del amor, tú has logrado aceptar las diferencias, porque como te decía antes, empiezas a ver a la persona tal como es y en ese caso, ya las diferencias que tienes con ella te hacen bien, te son agradables, te resultan hasta simpáticas, te resultan parte del paisaje de lo que esa persona es; y sabes que si le quitas esas cosas, va a dejar de ser lo que es y tú ya quieres a esa persona como es. Ya la amas como es, la respetas como es.

Así que nada, ahí te dejo con esta curiosidad, que salió de esta pregunta, de esta cliente mía y bueno, creo que nos ha servido para… A mí, para poner estas notas y trasmitírtelas a ti. Y a ti, espero que te sirva para saber en qué parte estás en la relación. Si estás todavía enamorada o si estás pasando a la fase del amor o si justamente estás en esa fase tan peligrosa, que es el tránsito del enamoramiento al amor.

Hay un espacio allí que tienes que aprender a conquistar y tal vez estas cosas que te dije, estas diferencias, te pueden ayudar a cruzar ese bridge puente, a brincar ese gap.

Y ¡nada! Ahí te dejo eso… Es todo lo que tengo para hoy.

Que estés muy bien.

¡Chao!