La felicidad está presente en cada momento de tu vida. Está allí cuando te sientes alegre y está allí cuando te sientes triste. Puede que no lo reconozcas, pero hay cosas que puedes hacer para darte cuenta.

Lo primero que quiero compartir contigo, es que la felicidad es una elección. La elección de abrirte y dejar que la vida te llene de regalos y de dicha. Desde ese espacio dejarás entrar cada vez más felicidad a tu corazón.

Si pasas por la vida mirando hacia lo que no tienes, te puedes envenenar. Uno de los 5 venenos que predica el budismo es el apego. El apego ocurre cuando tienes algo que no quieres dejar ir y también ocurre cuando deseas mucho algo que no tienes.

En cambio, si te enfocas en hacerte consciente de todo lo que la vida te ha regalado, tu actitud hacia la felicidad cambiará por completo. La transformación para vivir más feliz y atraer más felicidad, está en tus manos. Como dice mi amiga Eli Tepper: “La felicidad es tu naturaleza”, así que sólo tienes que contactarla y hacerla consciente.

Te invito a que reflexiones y utilices en estas cinco prácticas para atraer más felicidad a tu vida.

  • No des nada por sentado. Tu mente tiene una gran capacidad para convertir casi cualquier cosa en algo automático e inconsciente. ¿Te ha ocurrido que vas a un lugar por primera vez –una casa, un centro comercial, etc.- y todo te llama la atención? Y ¿qué ocurre cuando has ido una docena de veces? ¿Percibes las cosas con el mismo brillo, con la misma relevancia del primer día? Imagino que tu respuesta es no.

    Asimismo ocurre con todo lo que logras o experimentas en tu vida. A medida que pasa el tiempo dejas de notarlo y tiene menos importancia para ti. La cuota de felicidad que te aporta es cada vez menor, porque ya no lo valoras igual. Por tu mayor bien, no des nada por sentado y recuerda que “nadie sabe lo que tiene hasta que lo pierde”.

  • Agradece y confía. Luego de tomar consciencia de que estás rodeado de muchas bendiciones, tienes la oportunidad de agradecer por ellas. La gratitud tiene un gran efecto purificador, pues te hace consciente de que estás siendo atendido y cuidado. Esto sin dudas aumentará tu cuota de felicidad.

    Agradecer te resulta fácil cuando ocurren cosas que a primera vista te parecen “buenas”. Y yo te pregunto ¿cómo puedes saber si algo es “bueno o malo” para ti? Ya te debe haber pasado que algunas experiencias “malas”, pueden haber conducido a resultados felices en el futuro. Pero eso no lo puedes anticipar, sólo te queda agradecer por todo y confiar.

  • Presta atención a los pequeños regalos. Una comida, unos minutos de descanso, la sonrisa de tu pareja o de tus hijos, el canto de las aves. Son muchos los pequeños regalos que tienes a cada momento del día.

    Si te aferras a que ese “gran regalo” que deseas, te dará la felicidad plena, estás perdiendo la oportunidad de construir tu verdadera felicidad desde adentro. Una gran felicidad se construye mejor a partir de muchos pequeños momentos felices que de algunos hitos de explosiva felicidad separados por largos períodos de infelicidad, lucha, tristeza, ansiedad y descontento.

  • Sé consciente de tu tiempo. Tu tiempo es muy valioso, tal vez lo más valioso que tengas. Todo ocurre y existe en el tiempo. Sin tiempo no hay vida en este plano. Puede que creas que “el tiempo es dinero”, pero esa ecuación de productividad es para máquinas, no para personas.

    Tu tiempo es… tu vida. Tu felicidad existe a través de tu tiempo de vida. Trata de llenar tu tiempo de cosas que disfrutes y te traigan bienestar, alegría y felicidad. Trata de disfrutar las cosas que haces y tu felicidad será aún mayor.

  • Imagina la felicidad. Tendrás momentos con una carga emocional tan pesada que no tendrás ánimo para agradecer o para encontrar regalos en tu vida. Todo se desploma y nada tiene valor en ese momento. No puedes escapar físicamente de la situación.

    Es ahí que puedes echar mano de tu imaginación. Piensa y siente cómo es vivir, ahora, alguna experiencia feliz que deseas vivir. No tiene que estar relacionada con lo que te está bloqueando. Sólo dale el trabajo a tu mente de atraer sentimientos de felicidad. Esa será la punta de lanza que te mantendrá en conexión con tu capacidad de elegir la felicidad.

Dicen que la práctica hace al Maestro, así que adelante! Y sé feliz!

Pregunta: Crees que puedes elegir ser feliz?